tres meses de estancia en pnohm penh, con la tarea profesional de rehabilitar un edificio con cambio de uso, es la historia que ofrecemos contar de este occidental tan poco preparado a los hechos fantásticos, minúsculos y serenos que están por acontecer...

05 junio 2007

fin de week

Una vez llegado después de la primera presentación sobre el proyecto que tenemos que hacer (la primera presentación a los tres días de empezar!), la sensación general es que la velocidad se incrementa rápidamente. Mañana debemos haber leido varios textos, el miércoles revisión, el viernes y fin de semana de entrega y el lunes que viene tenemos la primera exposición. Los profesores de proyectos se pasan cada dos días a ver nuestra propuesta, por lo que hay que estar activo. Hay que estar activo en general y en concreto, cada actividad requiere atención. Pienso que el motivo por el que se piensa que en estos cursos el nivel es elevado es debido al nivel de motivación y de consecuente competitividad positiva. Nadie se quiere quedar atrás y eso hace que todos vayamos adelante al mayor ritmo posible. Así que el semestre de verano no será tanto de verano, a parte del Sol que se elevará más horas sobre el suelo.

Estoy a favor de hacer una silenciosa liga de la parsimonia mental, para que mantengamos la equidad en el juicio, y podamos gastar las veinticuatro horas diarias como lo que son: veinticuatro horas diarias. No solo desde dentro, sino también desde fuera del recinto de la Universidad, la ciudad llama nuestra atención, como un input de miles de lucecitas parpadeando.

Una de esas lucecitas se encendió el viernes por la noche en el Guggenheim, había un concierto de Nouvelle Vague en el espacio central del museo. Entramos por suerte, y vimos aquel espacio helicoidal donde la gente se asomaba en los pasillos de exposición. Después de disfrutar de la excitación colectiva y del privilegio simbolico de estar alli, fuimos (ya a la deriva) a un karaoke cerca del downtown de la ciudad. De vuelta, de madrugada, recorrimos la isla de sur a norte, comprobando como en efecto no duerme, y como diferentes ciudades pasaban fuera del taxi.

Ahora me encuentro en mi casa, aun es de día y miro a la vasta cantidad de luces que me esperan; son tantas que apenas creo reconocer un conjunto. Miro al parqué y me aquieta: un pedazo de concretud me hace volver a lo simple, y con ello al sueño.

Un abrazo,

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ale, que bonito lo que escribes
eres un poeta! me gusta un monton como has acabado este post!
disfruta de esta ciudad tan especial!!
un bacio grande grande
Rita

06:32

 
Anonymous Anónimo said...

...A veces pienso si la beca a disfrutar y explotar consiste en la ampliación de conceptos filosóficos y/o literarios y/o arquitectónicos...

(Te escribe un cazurro de la literatura y la filosofía).

23:50

 

Publicar un comentario

<< Home