tres meses de estancia en pnohm penh, con la tarea profesional de rehabilitar un edificio con cambio de uso, es la historia que ofrecemos contar de este occidental tan poco preparado a los hechos fantásticos, minúsculos y serenos que están por acontecer...

04 octubre 2007

raise your flag

la creimos mientras cantaba, mientras entraba la tropa tribal de amazonas maravillosas con hastas y banderolas, alli, dentro del huevo climatizado y hermetico Square Garden. Un sonido de mil agujas penetro como agua helada en las pieles de nosotros, espectadores. Tecnologicos, bestiales, triunfales, watios y watios estallaron justo al comenzar la cita con Bjork, en denso champagne de altavoces.

Madison Square es un huevo de metal, geocentrico, egocentrico y ovalado. El sonido lirico + reac table (miradlo en youtube) tenia multiples matices de seduccion impensable en timpanos humanos. Nosotros, como bastoncillos, nos arqueamos en cada onda sonora en expansion, en suaves espasmos balanceados, entre banderolas, amazonas, hastas, y una mujer revestida de exquisitos harapos, hilarante limite y, finalmente, terriblemente femenina. Yo lo veia desde las gradas, oia los aullidos de 30 anios de media dentro del huevo.

Como atomos mantenidos en equilibrio en una fusion fria, la multitud refrigerada del Square Garden entraba en resonancia con intuiciones extranias, intuiciones que se situan a 4 centimetros de la nuca, en el interior del hipotalamo, en alguna parte no verbal en la que el deseo y las ideas se mezclan viendo. Vimos algo, pero nuestro cuerpo no nos deja decirlo: motivos debe tener.

Todo el desorden que salia despedido del escenario en forma de movimiento, potencia, regresion, progreso, fusion; todo ello remarcaba una inesperada sensacion de esperanza. Tras los harapos exquisitos y la voz hilarante se escondia (cantada por Eva) una olvidada promesa: Babel, de nuevo. Me acorde de aquel edificio que construimos hace tanto tiempo, y que creimos terminado. Un futuro que esta mas alla de los faciles exteriores verdes de Windows XP. Los sonidos inauditos seguian sonando: no recordaba aquella presion sonora, no recordaba como hicimos aquellas torres, confusion era aquel nombre?

De nuevo vuelvo a recaer en la belleza enigmatica de Babel, y en su interminable oda. Mientras aquella mujer ensalzaba algo que no era la facil fiesta tipica de los 90, ni la aparente austeridad mental de 00, yo me recogia en mi asiento de Square Garden y contemplaba como Babel tiene, en la multitud de astillas estalladas, tal cantidad de belleza contenida. Mas XXI que el mismo XXI, las hastillas despedidas del escenario no eran party, ni global warming, ni ciber ni trans. De nuevo banderas, a pesar de todo, tras todo banderas tribus y celebracion. Potencia, de nuevo, again. Como si contara su propio entierro despues de resucitada, las letras mapeaban coordenadas de resurreccion, sin confetti pero con Watios que ciegan, o embriagan.

La decadencia no puede ser plana: las bestias humanas nacidas a final del veinte aun pueden exhalar deseo, reverberar. El conocimiento no solo se da a la escala consciente y voluntaria, y esa es nuestra salida: la potencia liberadora de la celebracion. Alla (aqui) en Babel, el bellisimo enigma del desorden nos llama a volver a alzar banderas, a marcar con gritos de conjura, de nuevo, el territorio habitado.