tres meses de estancia en pnohm penh, con la tarea profesional de rehabilitar un edificio con cambio de uso, es la historia que ofrecemos contar de este occidental tan poco preparado a los hechos fantásticos, minúsculos y serenos que están por acontecer...

09 septiembre 2005

los meses y los dias

El proyecto aprieta,
y prometo (y rima)
que el lunes vamos a pasar un momento minicritico.
El proyecto,
en su proceso (y rima, mon Dieu)
es lento y la forma y el horario de trabajo tienden mas a la dispersion que a la concentracion.

Hace dos fines de semana estuve en Kep, al sur de nuevo, sobre el horizonte marino. Dos dias, sin pulir, silvestres, agua fria. El primer dia fuimos en un bote a una isla cerquita, rebosante de vegetacion, donde apenas cuarenta personas viven. Alli descubri uno de los sitios en los que uno esta obligado a no hacer nada (entre el purgatorio y el mismisimo cielo). El mar, un pequenio chambao donde comer las gambas pescadas. Las cabanias en las que dormimos tampoco permitian el artificio: leves prendas de hoja de palmera y bambu que transpiraban tanto como nuestra piel en el humedo y caluroso tropico.

Entre madera y agua volvimos a la costa, a una ciudad que antiguamente albergo en caserios modernos de verano a la clase alta del pais. Hoy trata de remontar el olvido en el que se sumio durante y tras la guerra. La belleza del olvido es dramatica, y puede que frivola. Pero eran hermosas las casas de verano invadidas por maleza, aun sostenidas por un hormigon armado expresivo y jovial.

Tras una semana en Pnohm Penh, volvi a irme con algunos alumnos de la facultad a Siem Reap, a ver los templos de Angkor, la anciana civilizacion de la que descienden los jemeres, actualmente camboyanos. Sirve ir a estos sitios para al menos tener un destello de humildad y reconocer que aunque la giralda es bella y el Quijote se escribio en Espania, habia otras cabezas bien puestas en otros paramos del mundo.

Y vuelta a la ciudad, y ayer fuimos a cenar a un Hotel porque el embajador espaniol en Tailandia vino de visita y queria conocer a la pequenia comunidad espaniola (unos veinte). Relajado al escuchar las palabras que si que entiendo, y acelerado al entender tantas palabras, nos pasamos la noche sabiendo que carajo hace cada uno aqui.

Y vuelta al trabajo y el tiempo que se aprieta como una venda sobre los ojos. Entre los meses que han pasado y los dias que me quedan hay un pequenio espacio con aire del cual ahora respiro. Pero me quedan tres semanas para -intensamente- bucear, asi que aspiremos el breve momento de ocio vacuo en el que ahora me encuentro.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola Ale!!!! Qué alegría tener noticias tuyas.... Por lo que se ve en la foto parece que estás muy integrado. Ya nos contarás esas escapadas que haces a parajes tan fantásticos. Por aquí todo como siempre a destacar que por fin llueve en esta tierra tan seca que tanta falta hacía.
Cuídate....

17:09

 

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