tres meses de estancia en pnohm penh, con la tarea profesional de rehabilitar un edificio con cambio de uso, es la historia que ofrecemos contar de este occidental tan poco preparado a los hechos fantásticos, minúsculos y serenos que están por acontecer...

22 septiembre 2005

nuevas palabras, nuevas realidades

Bueno, y el tiempo que pasa y uno con la sensacion equivoca de irse y quedarse. Poco a poco voy descubriendo el pais y sorprendiendome de su rutina insolita. Todas las calles son postales, muchas caras son preguntas. Y poco a poco, pensando ya en la boda y en Alvaro y Aurora y en las risas y en mi piso. Todo amasandose, lentamente, en el mismo recipiente.

Hace unos dias fuimos a un local camboyano de a pie y habia, junto al habitual arroz con numerosas posibilidades, chorizo. Chorizo. Yo me emocione haciendome en la mente la posible combinacion nutricional arroz+huevo+chorizo. Cualquiera que lea esto sentira a la altura del estomago la voz de la conciencia corporal, exclamando jubilo. Asi lo hice yo, y me fui encantado a la mesa, para probar (que buen invento) el choricillo muchipringue.

Creo que hay una asociacion entre la idea de lo que comemos y la segregacion de jugos corporales. Por eso a uno se le cae la baba viendo tartas y no se le cae viendo zapatos. El caso es que mis jugos estaban preparados a recibir el aceite y el cerdo que (gracias a Dios) habia caido en mis manos cuando, de repente, al hincar el diente, me doy cuenta de que esta dulce.

Asi que mis jugos marcha atras y mi boca no sabiendo como responder a semejante descoordinacion de esperanzas y sabores. Desesperanzado, segui comiendo aquella mezcla extrania que viene siendo habitual, en la que lo dulce no es lo opuesto a lo salado, ni la carne a la bolleria.

Pense mas tarde que hay conjuntos de palabras incompatibles, por ejemplo "chorizo dulce". En principio uno no cuenta con que existan, porque su existencia significa de por si una contradiccion. Pero al ver que es posible combinar palabras que aparentemente juntas no tienen significado, entonces me puse a pensar que otras palabras podemos combinar. Quien sabe, quizas existan jamones veloces, alegres nostalgias o esperanzas negras. U optimismo negativo. Es cuestion de probar. Quizas, entre todas las palabras que tenemos, quedan combinaciones insolitas que descubren realidades impensadas.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ahora me explico aquél anuncio que tenía que ver con palabras, más que incompatibles, antagónicas. Rezaba algo parecido a "hipoteca remunerada". A lo mejor el tío estaba de vacaciones con su pareja gay (esto es para que el tío tenga connotaciopnes creativas, porque si no estaría claramente de turismo sexual) por allí y al probar el tipo ese de chorizo se le ocurrió la gran idea.
La otra opción es que la forma del chorizo (harto parecida al atributo que cuelga), o salchicha, o como se quiera llamar, es universal. Vayas donde vayas, lo que no tiene buena pinta, te lo hacen estilo longaniza y te lo comen hasta los bebes después del biberón.
Es más, yo creo que en su origen fue la primera señal de globalización.

18:18

 

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