tres meses de estancia en pnohm penh, con la tarea profesional de rehabilitar un edificio con cambio de uso, es la historia que ofrecemos contar de este occidental tan poco preparado a los hechos fantásticos, minúsculos y serenos que están por acontecer...

26 febrero 2010

display

Mail, entourage, gmail, gchat, skype, facebook, hotmail, and even cubmail, todos orquestrados perfilan un número de personalidades que convierten a una persona en su propio personal assistant. Dado que las personalidades - y los perfiles clínicos - se han multiplicado, el trabajo de gestionarlos ha crecido exponencialmente. Como se pueden codificar las respuestas profesionales de estos personajes en varias dimensiones (incluyendo to:, cc: cco:), qué mejor medio que el email para emitir transacciones profesionales. El número de mensajes en el inbox crece como casquillos de bala al lado de un desaforado tirador acorralado. A mas sent, más inbox, también mas spam, y más cc: (que es una forma de contra ataque). La guerra de comunicaciones densifica las relaciones de responsabilidad y afila los contenidos y la suspicacia.

Es normal que en esa situación uno elija música de auriculares sobre música de fondo, ya que el ejercicio de concentración es de pura distracción, como ser controlador aéreo, o como ser francotirador contra un grupo de legionarios. El display se ha vuelto esencial, y antes que reflexionar hay que hacer muchas cosas: quemar la tierra yerma, proveer a una idea de elementos altamente intuitivos que la permitan coexistir con otras cosas que no se sabe si son ideas (títulos, imágenes, proposals, statements, platforms), y de hecho competir en el stockmarket de ideas, pseudo ideas, nikes and trendy things antes de que se cierre el mercado y se abra la siguente generación de v2.0s que dejen fuera ideas obsoletas, recién enfriadas por la última portada de 100 architectural magazines que inventan una nueva familia de iconos y títulos.

La era gramatical dio paso a la era pictográfica: leer es muy complicado y entender la relación entre adverbios de una subordinada y su verbo principal es muy complejo. Crear el agreement entre muchos individuos con perfiles diferentes que comparten el mismo mercado social, a través de la gramática, tiende a ser imposible. Por eso Aristóteles no podría crear un consejo de los sabios. Por eso tres párrafos es demasiado. Lo pictórico (frases como "beyond synergy", "yes we can", "plan E" o una imagen de una vaca sobrevolando por encima de un tejado de pizarra) es mucho más rápido. Produce una relación sináptica mucho más breve, que pone en contacto no ya la parte del cerebro dedicada al raciocinio, si no varias partes del cerebro que van desde el apetito al sueño, pasando por el ténis el pudor, la sed y el instinto de conservación. Tal mancha de sangre mezclada en el cerebro produce una señal mucho más intuitiva del tipo I like it, o I get it, o I buy it, o mejor let's go for it o wow, que significa que el cerebro, en general (y este general es general) está de acuerdo en apetecer lo que está desparramado entre sus capacidades.

Lo pictórico permite acelerar el número de agreements por minuto, como el sonido permite mover de los bastoncillos del oido instantáneamente. Algo que ya no es lo consciente marca la pauta de movimientos de ballenas, colores de franquicia, sabores de café y últimas salvaciones contra el calentamiento global. El display se vuelve, entonces, principal. La señal sináptica tiene que ser infalible para conseguir, en la cacofonía de las sensaciones, penetrar la corteza psíquica.

De esta forma, lo que llamamos contenido cambia, cambia drásticamente, cambia para siempre - aunque "siempre" sólo impresiona durante max. 30". Como somos muchos, habrá más especialistas que en toda Grecia leyendo la ilíada en su idioma original; pero para aquellos que no sean esa comunidad especializada, todo eso tendrá que ser la imágen de un señor con toga pintado con plumilla en un paisaje que diremos que es "helénico". Las sinopsis también están cambiando? Producirá este cambio social un cambio orgánico en la distribución de las funciones cerebrales? Si tuviese que imaginarlo, diría que lo que una vez fue artesanal - una misma persona imaginaba, pensaba, deducía, realizaba - se está segregando, de forma que sólo podremos concebir de forma iconográfica (no reflexiva) una cantidad creciente y creciente de cosas, que no caben en una plaza de toros con diez toreros y siete reses.

18 febrero 2010

?

El mapa de los números sigue moviéndose, en sus luces siempre nuevas, con cifras que deben significar algo.
La nieve acalla las noticias y apacigua las señales vívidas, en las calles.
Los números llevan cantidades que luego pasan a objetos, y los objetos se llevan hasta lugares donde se almacenan, se distribuyen
como si fueran algo
aunque apenas llegan a nada
los números

Una vez deshecho el panóptico, la única referencia posible es la de los impulsos
de los distintos nodos
que envían mensajes de punto a punto
anunciando un conjunto
que nunca tendrá que manifestarse
abriendo una puerta
que nunca abrirá todo el palacio
anunciando el evento
al que sigue otro evento

Es el paso del análisis
a la aprehensión
lo que cambia
tal vez a los números
y los hace cosas
cosas
simples, como un café
como el verano
que no brillan
ni se transmiten
que pasan, sin más, y se borran honrosamente como huellas sobre el suelo

04 febrero 2010

silbido

El relincho del caballo sonó como un eco y como un silbido; en el contexto urbano, el ruido de la naturaleza, las cosas y las personas está mezclado como en un licor de chocolate y anís. Si uno se fija con atención, todo aquel ruido tiene una melodía erótica como el jazz, un desorden del que cualquiera no podría si no enamorarse. Está lleno de huecos y rincones, de plazas y arcos del triunfo, de mercados y fulanas, de vacaciones y orilla, de horizontes y fugas, de odiseas y mañanas.

Si uno mira más fijamente, escucha entonces que el ruido entonces es puramente alucinatorio. No hay sentido alguno que persiga esa melodía, ni el final del mundo tiene que ver con todo ese esfuerzo. Como decía Camús, los hombres reían y lloraban, se abrazaban y se peleaban, se amaban pero no sabían perdonarse. El ruido lo sublime se confunde con lo depravado y el extasis se mezcla con el agotamiento.

El silbido no es intencional y lo propio es dejarlo pasar, como a los encantamientos. No es fácil disociar los sonidos de sus melodías y el silbido, que nunca he escuchado pero que me parece estar oyendo, dolorosamente tendrá que esperar a que deje de ser una invención.